jueves, 19 de abril de 2012

INERTE

Desangré cual espiritu victoriano en plancha de alquimista, disecado y sin líquido vital, muerto, inerte, con los ojos abiertos, vi claramente como abrian mi pecho y sacaban lo unico que hacia sonreir mi alma, el horror lo descubrí cuando di cuenta de que mis propias manos eran las que serruchaban mi pecho para alcanzar la bomba de la vida, que inutilmente palpitaba por un nombre que hacia vibrar las fibras y sonar las cuerdas de una melodía en mi vida. Arrancando todo, cercenado y sin esperanza yo mismo até las venas y arterias supurante de delirio etereo y amor, derramando el rojo miedo en todos lados, con los ojos desorbitados me saque el corazón en un arranque de ira. Hoy vacio, inerte aun con la mente viva, espero el remate del precio fisico de la distancia y un adios que apagará mis ojos para siempre.

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