MORIR DE APOCO

ARTE DE li-bra EN DEVIANTART

Descolgué un augurio en la noche, entre el dulce flujo de tus caderas, rebasando toda miseria, toda descencia, invitóse mi espíritu a andar, por un camino sin aparente trascendencia, pero al atardecer el cuerpo llano del pecado embargó el ímpetu de un alma pura, trastornando un angel sin alas, en un moustro descarreado.

Recostado sobre ese lecho, es el mostruoso momento en que las miradas distanciadas se arrebatan la palabra en demasía y devoran una a la otra entre un mundo de brazos y piernas, luchando contra la voluntad indómita y el deseo perturbador, arrojandose al frenesí vacio de fondo pero eferveciente de arrojo.

Y entre gemidos y palabras, el final ciega.
Morir de a poco, como una pluma flotar.