He bebido de la copa envenenada del amor, los efectos no se hacen esperar, la carne se pudre lentamente, ese aroma dulce de la desilusión me llena los pulmones, un segundo antes de colapsar, mis ojos ven el sol y en sobras tu bella silueta, en mi mente tu cintura y tu cabello me embelezan y mientras mis manos se desmoronan, levantadas al viento, como polvo en un desierto, se pierden. Mi herencia son los versos, aquellas frases que vomitan sentimiento, aquellos mivimientos de cabeza en afirmación de un amor maltrecho, sintiendo un vacio inmenso, de tu ausencia, de tu tiempo, que no coinciden, que no son nuestros, solo tuyos, propiedad particular. La siniestra cara de la muerte husmea entre mis restos, no hay nada para ti maldita, yo siempre he estado muerto, tu toque fatal ha fallado, porque a pesar de mis vacios, mis bemoles y contratiempos, cante su nombre para ensalsar que la quiero, hasta en mi último momento.
Derrochas sinceridad, y en una nota de tu voz cautivas mi atención y mi anhelo, que se apegan a mis manos con devoción, tan solo para que la asquerosa desilusión, me las arranque dejando un inmenso hueco, no hay vuelta atras, asi es el pago de la vida, cansada de esperar, levantas vuelo, me dejas sin mas que un hueco..... Y sin embargo te quiero.
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