jueves, 23 de octubre de 2008

HISTORIA DE OSCURIDAD capítulo 12


- Y ahora que le paso a la muchacha? - pregunto en modo hosco, las incoherencias y locuras de este caso estaban logrando fastidiarlo, pero nada lo preparo para escuchar la frase que termino de sacarlo de su somnolencia- La puerta está cerrada, todo el edificio vigilado, pero..Jefe…ella..- termino de revelar el agente con su voz llena de miedo- Ella no está!!! (TEXTO DE EUNICE)

QUERUBIM


"...seres enviados a cuidar algunos tesoros divinos, tesoros arrebatados al creador por el mismísimo Gabriel arcángel, quien corrompido por la adoración humana, sentó un reinado neutral entre el cielo y el infierno..."


Escrito por el Osodelpan, continúa GAIA el miércoles


Atónitos, el jefe de la policía y sus subalternos aun no comprendían después de haber analizado cada centímetro de esa celda, sin encontrar rastros de la mujer y sin encontrar tampoco por donde había huido, de ella solo quedaba cierto polvo dorado....

Gabriel escuchaba aun las risas de los demonios a su alrededor, concentrándose en el rostro de Patricia, para evitar sentir pánico de los ojos bestiales de Samael, dios pagano de la muerte, dentro de la tradición judía se le denominaba ángel, pero lo que tenia Gabriel frente a él no la representación de un rostro angélico, aparte ese nombre en lo que el conocía no significaba otra cosa que "dios ciego" o "el veneno de dios" y eso, era suficiente para entender que esa bestia enorme con alas carbonizadas, en que la visión original de un joven que había tenido, se transformaba, rostro arrugado y ojos que supuraban furia no era otro que el diablo al que todo mundo temía; en cuanto a Velial o Belial como se le conocía en la antigüedad y que era llamado el ángel de la lujuria.....Gabriel pensó:


MOMENTO! ¿¿¿PORQUE SE DE TODO ESTO?? ESTOS DATOS NO LOS HABÍA LEIDO, NI ESCUCHADO EN NINGUN LADO...



Su mente estaba más confusa que nunca, dentro de el, sentía como si algo se despertara, Velial al notar esto susurró algo a la inmensa y asquerosa oreja de Samael, ambos demonios tomaron a Gabriel y lo sentaron a sus pies, diciendo:


Gabriel, basta de juegos, aquí está lo que pediste, tu mujer está aquí, hemos cumplido pero el poder dentro de ti ahora nos pertenece.


EVA!


Gritó Samael,


Atadlo al altar


La hermosa mujer con su rostro mutando de una identidad a otra, pasando por todos los demonios que Gabriel creyó imaginar antes, se puso de pié y con caminar coqueto lo tomó de la mano y lo condujo hacia un altar que se ocultaba a la vista por la oscuridad y la podredumbre que reinaban en aquel hirviente sitio, le ató con unas cadenas que a los ojos de Gabriel parecían hechas con serpientes trenzadas entre sí, ya todo lo que veía le parecía real, pero el recuerdo de Patricia le seguía atormentando, la veía como en una gran mancha luminosa con el rostro limpio sonriendo, con un rostro afable y casi infantil, pero en sus manos, sus manos como palomas blancas, sin arruga alguna, sostenían una espada y un instrumento extraño parecido a una guitarra; no entendía por qué pensaba en esto, mientras noto el rostro de Eva, que se había dejado de mutaciones y conservaba el fulgor de cuando el la conoció y la frescura que enamoró su corazón, esos ojos azules, profundos, que le incitaban a amarla, le toco las mejillas, antes que ella le atara al sucio altar.



Velial se acerco, le rodeo un par de ocasiones, lo miro directamente al rostro y dijo:


por tu culpa, estúpido Gabriel, estamos en guerra hace milenios, los humanos te arroparon y te engrandecieron, pero tan falsa fue tu grandeza que se te castigó, amenazaste todo la creación, estúpido ególatra de mierda, ahora mírate, eres un pobre hombre, alcohólico, pobretón y dominado por el recuerdo de un amor fallido, pero.... sabemos que aun hay algo dentro de ti, el poder inmenso que alguna vez se te brindó, pero que fue borrado de la faz de la tierra y de tu memoria, porque sabes? aun hay poderes iguales a los tuyos...


Velial!


Interrumpió Samael


no le cuentes nada al caído, creo que el se dará cuenta de lo que pasa por sí mismo, me acabo de enterar que Melahel ha despertado también, todo está ocurriendo, la guerra final es eminente, tratemos de despertar el poder de Gabriel, al tenerlo con nosotros, el éxito está asegurado, comienza el ritual.


Velial tomo una daga filosa, Gabriel pensó que era el final, pero el demonio con daga en mano cortó las ropas de Eva, dejando al descubierto su voluptuosidad, Gabriel atado y confuso, no pudo más que admirar la belleza de aquella mujer, algo casi irreal; la mujer camino recitando algo que inentendible para Gabriel, la atmosfera se empezaba a cargar de electricidad, por lo menos eso sentía él, Eva se convulsionó un par de veces y le quitó la daga a Velial y ante la mirada bestial y obscena de Samael, destazó los pantalones de Gabriel.


El no podía creer lo que pasaba, estaba medio desnudo y con una bella mujer, a la que hasta hace un poco rato, amaba con todas sus ansias y deseaba recuperar incluso a pesar de perder su propia alma, su deseo se estaba cumpliendo, pero no de la manera que el imagino.

Eva en una danza infernal por fin se monto sobre de él y lo beso, los labios, tibio, su mirada azul, la excitación estaba llegando y Gabriel no lo podía evitar, pero reaccionó y miró a Samael y con un jadeante grito dijo:


¿Que es lo que quieres de mi? ¿Quien soy realmente, porque me tienes aquí?, ya te di muerte y sangre, que mas quieres?


Samael se encendió y cubierto de llamas, recuperó esa imagen de un joven de mirada turbia , bello, hasta femenino, como el ángel caído que era, mostrando sus alas emplumadas, pero totalmente envuelto en llamas, sonrió con una mueca horrible, todo se ilumino a su alrededor y con la misma voz extraña respondió a Gabriel:


Quiero que engendres al hijo de la bestia


Gabriel se puso mas pálido que nunca, pero no podía dejar de disfrutar el cuerpo de Eva, pero en un acto sobre humano, reaccionó y pregunto de nuevo:


Pero el hijo de la bestia solo puede ser engendrado por un arcángel y un demonio

Velial se carcajeó y de pronto se transformo en un cadáver viviente, quemado, con carne que caía de sus extremidades, el olor a podrido era insoportable, con los dientes pelones en lo que se suponía era una sonrisa sarcástica y agitando sus alas negras, dijo:


GABRIEL, AHI TIENES A TU DEMONIO, AHORA TRAENOS AL HIJO DE LA BESTIA


Sin comprender aun, Gabriel intento zafarse de sus ataduras, mientras Eva la mujer que mas deseaba lo besaba, no podía contener la reacción de su cuerpo, pero de pronto sintió que algo le dolía en la espalda, vio como rasgaban su camisa 2 extremidades de cada lado, mientras gritaba los muñones se cubrían de plumas blancas.


Samael en una sonrisa abierta y carcajada sonora, gritaba:




DANOS TU PODER GABRIEL....ARCANGEL GABRIEL...JAJAJAJA

CONTINUARÁ....

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