CONFESIONES DE UN SONIADOR

ARTE DE catphrodite EN DEVIANTART

En el primer parpadeo, admire difusa tu espalda desnuda, corriendo a un costado de mi cuerpo, aguce la vista para enfocar, y estire mi mano para presenciar si lo que ante mi estaba era totalmente real, con la punta de mi dedos alcance tu hombro desnudo, fui testigo del calor de tu piel, mis yemas recorrieron la fluidez de la curva de tu espalda, hasta el limite de la sabana que cubria el 50% de tu cuerpo, sintiendo la respiracion agitada ante la belleza de tales linea, confirmando que se unia al ritmo de tu pausado respirar, atreviendome a llevar mi mano al borde de esa sabana blanca y limpia, y sin ver la fui llevando por la sensacion de calor hasta el angulo de tu cadera, las yemas de mis dedos temblaron por la sensacion de adrenalina y atrevimiento, recorri de nuevo y hacia arriba todo el trayecto, alcance el manto de tu cabello para descubrir tu cuello, y lentamente sin despertar tu suenio, amolde mi cuerpo a tu figura, me atrevi a elevarme ante tu cuello, con el aliento contenido, pose mis labios en la suavidad de tu escencia, aspirando hasta el ultimo gramo de ese perfume tan tuyo, y que me evoca noches de soledad en tu recuerdo, con estos labios abiertos deslizandose hasta tu clavicula, lento, tibio, exitante, extasiante, descubri tu oido, procurando no despertar tu mirada, humedeciendo los labios, pose el beso inmaculado en ese lobulo perlado de un aroma irresistible y adornado con el aro dorado de la inquietud; al sentir el vapor de mi aliento, y la fuerza de mi cuerpo amoldandose al tuyo, tus ojos buscaron mi rostro, asiendolo con tus bellas manos y enredandolo en un atronador y pasional beso.