Pueden ser 20 mil caras distintas, expresiones siempre variadas, miradas de dulce o malditas, pero siempre, pensando en tu figura iluminada, denotando placer y nostalgia, de una y mil caras.
Teniendote entre mis manos, emologando el ocaso, matemos el tiempo a ratos, en un beso, en tu mirada, cual noche sin estrellas, tu boca, humeda hermosa, entre mis labios retoza, pero tímida y callada, se apaga y ni dice nada.
Emocioname un poco, diciendo cuanto me quieres, aunque nunca me transformes, aunque nunca me tienes, dame tu amor a ratos, dame el tiempo perfecto, que el destino algo guarda, tal vez algo bueno nos tiene.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario