martes, 16 de diciembre de 2008

INTRINCADOS SENTIMIENTOS


Supe de tus labios, desde mis tinieblas,
sin abrir los ojos, alcance tu rostro,
y deseando tus caricias todas nuevas,
allané la vida yo solo.

Muerto en vida es como describo mi estancia,
día o noche, oscuridad y tu fragancia,
invocando a los demonios dormidos,
que me darán la energía de seguir tus ganas.

Y envuelto en una llama de amargura,
pregunto a tus curvas si me amas,
escurriendo mi sangre de tus labios,
llega a mi boca, el gusto por la carne muerta .

Tomando entre mis costillas ese corazón negro,
te llenas la mirada de deseo, odio, amor y envídia,
continuando el ritual a hurtadillas,
noche con noche, planeas devorar mi día.

Luna amarga, luna mía,
celeste pasión de mi vida,
colosal demonio que muerde mi tiniebla,
con su luz desvela mi monotonía.

Crispados los nervios de esta alegoría,
sonrio al ver en tus ojos el final de este día,
derrochando mi estancia en tus brazos,
distantes, ausentes, fugaces, ajenos y opacos.

Y si al final de este ocaso te siguen las ganas,
mis manos, mi cuerpo de noche te llaman,
entrega al pasar por mi casa tu alma,
derrama tus mieles en esta boca,
que solo en tu cuerpo se aloca,
y se retráe cuando te vas al vacio,
y se quema con la llama de mis desvarios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario