ARTE DE Ermenelwen EN DEVIATART
En el crepitar de la lluvia en un atardecer negro, el brillo de tus ojos, amada Gabrielle, es como mirar el sol de nuevo despues de 5 siglos, mirar el amanecer a vista desnuda, sin esconder mi cabeza en la inmortalidad de un ser nocturno con los ojos pequeños, con el alma empequeñecida por el peso de la humanidad que ha perdido en cada gota bebida en el trascurso de una noche perpetua, deteniendose solo a admirar la silueta de pechos desnudos de otro ser igual de nauseabundo, frio e inmortal que el mismo, pero con el esplendor de una humanidad pasada.
Gabrielle si pudieses sentir en tus manos el palpitar de un corazón negro que late en tonos de guerra, pero con el ritmo tenue de una sonata romantica, esos tus ojos violáceos, mirando al vacio de mi persona, tus labios rosas mordiendose mientras simulas nerviosismo ante esta mirada y el retumbar de tu risa inmortal que quiebra la tranquilidad de la noche humana, todo se deposita en el recuerdo de la soledad que algún momento perdimos en nuestras lúgubres existencias.
La vida del inmortal, del No muerto, del ser de la noche, de quien siendo hombre experimentó la vida perpetua sin mayor ambición que depositar su vida en el basurero de la eternidad.
Al mirar la penumbra y observar tus fomas que despues de tantos siglos aun conservan el calor humano en sus curvas, mientras observas con travesura mi reacción ante tu perfecto cuerpo, aislandome con la inmensidad de tu mirada y atrapandome en la coyountura de tus piernas, tu piel brillante y esos pechos.
Que los humanos reuden, en la inmortaldad de nuestras existencias reposemos uno junto al otro hasta el final de los tiempos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario